domingo, 3 de septiembre de 2023

24 de julio, día 11.

Cuando evocas la imagen de una isla, desde luego no suele ser de las dimensiones de la de Vancouver, que mide 450 kilómetros de largo por casi 100 de ancho, y ocupa una superficie similar a la de Cataluña. Por eso, no puede extrañar que Nanaimo diste de Victoria 111 kilómetros, que se hacen pesados por la cantidad de cruces con semáforo que toca atravesar y la absoluta inexistencia de rotondas. Además, supongo que será cosa de las vacaciones, el tráfico es intenso, incluso con alguna retención. La carretera por la que venimos es de nuevo la Highway 1, que precisamente empieza en Victoria, y que con sus 7.821 kilómetros es la tercera autopista nacional más larga del mundo.

Isla de Vancouver

A través de Wikicamps Canadá habíamos localizado un parking de pago en el centro, junto al muelle, y nos las prometíamos muy felices hasta que, ya en la rampa de acceso, nos encontramos un cartel de RV forbidden. Al hallarse el lugar en cuestión por debajo del nivel de la calle, no pudimos ver que había varias autos estacionadas, así que nos pusimos a dar vueltas en busca de otro lugar. Personalmente no hay nada que me estrese más que los regímenes de aparcamiento específicos de cada ciudad: para los residentes, por pura costumbre, estará chupado, pero para quien viene de fuera... No nos atrevemos a estacionar en pegados a la acera y nos metemos en otro aparcamiento cuyas plazas, por supuesto, están tasada y medidas en función de los turismos. Como hay allí varias autocaravanas ocupando cada una el espacio que Dios le dio a entender, hacemos lo mismo. El sitio no se halla precisamente vacío, lo que nos obliga a maniobras inverosímiles. Saco un ticket para tres horas, y nos vamos con bastante mal sabor de boca, por miedo a que nos casquen una multa.

De camino para el centro descubrimos que hemos estacionado prácticamente al lado del Parlamento que, francamente, por sus dimensiones, parece excesivo para una isla... Hasta que nos enteramos de que Victoria es la capital de la Columbia Británica (y no Vancouver, como tiende uno a creer).

Puerta del barrio chino

Paso de peatones personalizado

El primer sitio al que vamos, el Victoria Bug Zoo, que nos decepciona un tanto por ser pequeño y más bien casero. Eso sí, las chicas que lo explican y enseñan lo hacen con un entusiasmo digno de elogio. Más nos gusta, en cambio, el barrio chino, cuya adornada puerta descubrimos antes al pasar. Al parecer, este es el chinatown más antiguo de Canadá, y te hace soñar con un mundo en el que la diferencia sea vista como un enriquecimiento en lugar de como un problema.

Puerto de Victoria

Regresamos bordeando el puerto, que bulle de actividad. Cruzamos un carril bici, lo que no sería digno de mención si no fuera porque dispone de cuenta-bicis: en lo que va de año han pasado por allí más de medio millón de ciclistas, y solo hoy mil quinientas y pico. Cuando piensa uno en España, donde Ayuntamientos recién salidos de las urnas se están dedicando a suprimir vías para bicicletas...

También nos llaman mucho la atención los diminutos barco-taxis, que cruzan el puerto viniendo de Victoria West donde, por cierto, hay un barrio o municipio denominado... Esquimalt: resulta que la ciudad de Victoria está ubicada en la tierra natal de los pueblos Songhees y Esquimalt.

Mientras caminamos por el paseo superior del muelle, voy echando un vistazo a las innumerables placas de bronce que conmemoran las gestas de marinos, todos de apellidos invariablemente anglosajones... hasta que me encuentro con la de Juan Francisco de la Bodega y Quadra, que en 1775 dirigió una expedición que fue desde Méjico hasta Alaska. Años más tarde, en 1792, se reunió con el capitán británico Vancouver para resolver un incidente entre las dos naciones y negociar los términos de un tratado. Prácticamente no llegaron a ningún acuerdo; sin embargo, decidieron llamar al lugar de sus encuentros "Isla de Quadra y Vancouver", y así se introdujo en las cartas de navegación. Sin embargo, años después, y de forma sospechosa, acabó perdiendo el primero de los nombres. Algunos historiadores afirman que esta omisión fue un acto deliberado por parte de los cartógrafos de la Compañía de la Bahía de Hudson, quienes pretendían borrar cualquier evidencia de que los británicos no habían sido la potencia preeminente en la región antes que cualquier otro país. Sin embargo, la primera colonia europea en la Columbia Británica fue el asentamiento de Santa Cruz de Nutca, que subsistió de 1789 a 1795.

Tótem cerca del Parlamento

Tótem cerca del Parlamento

Hoy amaneció nublado, y progresivamente se ha ido oscureciendo hasta que finalmente ha empezado a llover. Desaparcamos la auto como podemos y nos vamos a Dallas Road, el frontal marítimo. Aquí en las imágenes de satélite se distinguen autocaravanas estacionadas en línea, pero una reciente remodelación ha suprimido también estos aparcamientos (no les gustarían a los propietarios de las viviendas) y ha dejado solo los oblicuos, de manera que sobresalimos un poco. Por suerte, nadie viene a recriminarnos. Aquí comemos.

La lluvia arrecia, y sin embargo hay mucha gente paseando. Me da la sensación de que han salido a mojarse por placer, y es que todo indica que hace tiempo que no llueve lo acostumbrado: el césped de los parques y parterres está completamente seco; supongo que, acostumbrados a que les caiga del cielo, aquí no instalan aspersores. Son las mismas imágenes similares a las que hemos visto de los parques de Londres este verano.

Llueve en Victoria

Aprovechando un claro, nos movemos al cercano Beacon Hill Park, donde se encuentra el kilómetro cero de la Transcanadiense. En las reseñas leí que lo habían cambiado de sitio y de repente perdí el interés por verlo. Justo al lado está la estatua de Terry Fox, del que en ese momento no sabía nada. Tampoco de su extraordinaria hazaña: la de recorrer 5.373 kilómetros en etapas diarias de 42 -pese a tener implantada una pierna artificial-,  con el fin de recaudar fondos para la investigación sobre el cáncer. Su proyecto era cruzar Canadá de costa a costa, pero tuvo que interrumpirlo ante una recaída de su enfermedad. Murió con 22 años. Sin embargo, su gesta no fue estéril: existe una fundación que lleva su nombre, y una carrera anual para recaudar fondos contra el cáncer se celebra en más de sesenta países. De las numerosas estatuas con las que se han honrado su figura, tal vez esta sea la más significativa, erigida como está junto al Pacífico, el final de viaje que nunca llegó a ver.

Tótem del parque Beacon Hill

Tótem del parque Beacon Hill

Lo que sí visitamos es el tótem en pie más alto del mundo: 53 metros, con figuras talladas de la tribu kwakiutl, como un oso, una ballena y el Hombre del Sol. La vida media de un tótem es de cincuenta años, y este, al haber sido erigido en 1959, ha sido restaurado en diferentes ocasiones. Está dedicado a los miembros de las Primeras Naciones que murieron combatiendo durante la dos guerras mundiales. El sol ha salido. Nos cruzamos con un ciervo. Paseamos entre la neblina que desprende el asfalto caliente.

La idea para esta tarde era regresar a Nanaimo y después, desde allí, ir en dirección Tofino. Pero ya nos hemos percatado de las verdaderas dimensiones de la isla, así que cambiamos de plan. En lugar de volver por la previsible Highway 1, tomamos una carretera secundaria que bordea la costa occidental, aunque salir de Victoria lleva lo suyo. Llevamos 60 kilómetros recorridos cuando encontramos el French Beach Provincial Park. En la puerta cuelga el cartel de completo. Como suponemos que el siguiente cámping va a ser más de lo mismo, pensamos en apartarnos en la primera entrada, pero los caminos que vemos o se encuentran cerrados o son acceso a viviendas. Para empeorar las cosas, la luz se está yendo, y ya sabemos lo que significa buscar sitio para dormir a oscuras. Estamos barajando si quedarnos en un aparcamiento a pie de carretera cuando de repente veo una pista forestal abierta, y sin dudarlo me meto por ella, maniobro para estar de cara a la salida y paro el motor. Debe de haber viviendas cerca, porque se oye ladrar insistentemente a un perro. Sin embargo, nadie viene a investigar, y la noche transcurre tranquila.


Distancia parcial: 189 kilómetros.

Distancia total: 1.891 kilómetros.


Día 10                                Inicio                                        Día 12



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