miércoles, 25 de octubre de 2023

3 de agosto, día 21.

Nuestra intención hoy era ir al lago Esmeralda, pero al estar etiquetado como lugar hipermegaturístico, lo dejamos para la tarde y elegimos el lago Sherbrooke. Enfilamos la Highway 1, pasamos de nuevo junto a Lake Louise y cruzamos otra vez a la Columbia Británica tras subir un impresionante puerto. Este habría sido nuestro camino desde Vancouver de no habernos desviado hacia Radium Hot Springs.

Lago Sherbrooke

En el aparcamiento de Sherbrooke los coches no llegan a la veintena, cuando a estas horas en Emerald deben de estar hasta la bandera. ¿Motivo? Lo primero es el nombre, dónde va a parar mucho más atractivo. Lo segundo, sin duda más importante, es que desde el aparcamiento hasta Sherbrooke son 6 kilómetros ida y vuelta, por no hablar de los 223 metros de desnivel y ambos son argumentos de peso. Donde haya un lugar atractivo a pie de automóvil, que se quiten los demás.

Lago Sherbrooke

El sendero asciende por la ladera arbolada. Al principio el ruido de la autopista es bien patente, pero conforme ascendemos disminuye. Como de costumbre, ansiamos y tememos encontrarnos con un oso. Tras la subida, llaneamos y llegamos a la orilla. Estamos solos.

Lago Sherbrooke

Lago Sherbrooke

El color del lago, rodeado de montañas, no tiene que envidiar a ningún otro esmeraldiano. El desaguadero está orientado hacia el sur, y se halla parcialmente bloqueado por un amasijo de troncos flotantes, aunque no parece obra de castores. A unos centenares de metros, en la orilla opuesta, se distingue una especie de chapoteo. Las salpicaduras son demasiado grandes como para que pueda causarlas el viento. Tal vez sea nuestro ansiado oso bañándose, pero como no hemos traído los prismáticos nos quedamos con las ganas.

Camino de regreso con bastante calor. Las pocas personas con las que nos cruzamos saludan, algo impensable en los destinos saturados. Tras comer y descansar en la auto, continuamos hasta la siguiente parada, el Lower Spiral Tunnel. Como su nombre indica, consiste en una singular obra de ingeniería que salva el considerable desnivel del puerto mediante un túnel que cruza sobre sí mismo a diferentes alturas. Por la primitiva vía solo podían circular trenes de cinco vagones, y la pendiente era tal que las ruedas del último coche quedaban por encima del techo de la locomotora.

Nuestros amigos, los camiones

No hemos terminado de aparcar cuando vemos a los ocupantes de un autobús descender y apresurarse hacia el mirador. No me creo que hayamos tenido tanta suerte como para coincidir con un tren pero resulta que sí: menuda sensación, como si de una maqueta se tratara, ver al gigantesco gusano entrar y salir simultáneamente del túnel y, como añadidura, pasar también por delante y debajo de nosotros.

Extasiado, me apoyo en el pretil del mirador, donde han instalado unos paneles explicativos. Entonces oigo a una de las miembras del autobús decirme, en el español más desabrido posible, que me aparte para que pueda leer. Sin contestar, hago lo que me pide y cuando vuelvo a mirar, treinta segundos más tarde, ella y su cohorte han desaparecido.


Natural Bridge

Aquí, el Kicking Horse River

Y aquí, a la derecha, el gilipollas de las chanclas que casi se cae al agua.

Son ya muchos días de viaje y el cuerpo y el ánimo pesan como el plomo, pero hay que terminar. Bajamos otros 11 kilómetros más (a este paso llegamos a Golden) hasta el Natural Bridge, que no es exactamente un puente, sino el lugar donde el río Kicking Horse se ha abierto paso perforando la roca. Ignorando lo accidentado del piso, los turistas -incluso madres con hijos pequeños- saltan alegremente las barandillas y se aproximan a la corriente para obtener los mejores selfies. Un idiota con chanclas trastabilla y está a punto de caer a la corriente. El sitio es precioso, pero tal grado de estupidez nos pone de los nervios, de manera que regresamos a la auto y recorremos los 7 kilómetros que faltan hasta el lago Esmeralda. El aparcamiento es enorme y a esta hora se encuentra semivacío, no quiero ni imaginármelo en hora punta. La verdad es que es un lugar muy bonito, qué pena de masificación.

Emerald Lake

Emerald Lake

Emerald Lake

Emerald Lake

Hoy toca cambiar de cámping por el follón de las reservas. Para la última noche en la zona de Banff, nos hemos tenido que mudar al de al lado, que es el Tunnel Mountain Trailer Court. Como su nombre indica, está dedicado exclusivamente a caravanas y autocaranas. El acceso a las parcelas es comodísimo, pues se hallan dispuestas en batería, a ambos lados de las calles, tal y como si fuera un aparcamiento, pero a suficiente distancia unas de otras. Además, cada una cuenta con toma de agua, de electricidad y desagüe para vaciado de sucias. Justo antes de acostarnos, oímos un ligero golpe y una especie de siseo. Salgo a investigar y me encuentro con que la manguera del agua corriente se ha salido del enganche. Como no me apetece pelearme a estas horas con la rosca, cierro el grifo y mañana se verá. Menos mal que el incidente no ha ocurrido de madrugada, porque nos habríamos encontrado por la mañana encima de un vergonzoso charco.


Distancia parcial: 204 kilómetros.

Distancia total: 3.837 kilómetros.


Día 20                                    Inicio                                        Día 22

No hay comentarios:

Publicar un comentario