martes, 2 de diciembre de 2014

Las nubes



1. Felicidad
El cúmulo asciende lentamente y se esponja en delicadas volutas. Un sol de mediodía irisa su cordón de fuego. Luce el alféizar del cielo con azul inmaculado. Otras masas de vapor van y vienen, pero no se tocan ni se mezclan.

Yo me paso mucho tiempo viéndolas juguetear.

Es primavera. Cantan el aire y la luz. Todo está bien.




2. Tardes de convertidores Bessemer
Hay tardes de otoño en que las nubes se arremolinan al fondo del cielo, como si fueran gigantescos mamuts o piedras de berrocal. Cuando tengo ante mí las dilatadas perspectivas del campo o estamos de viaje, imagino que son inmensas y futuristas naves enzarzadas en cruenta batalla. Tratan de situarse encima, en posición de ventaja, y entonces vuelcan ríos de acero al rojo para arrasar las cubiertas del enemigo.

Desde tan lejos no se oye el fragor del combate, pero sí se aprecian vívidamente las columnas de humo y la chamusquina del metal.

De Infancia



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